Para mi hijo Mahmood Hussain (Mood)
Recuerdo el momento en que recibí la noticia de que recibiría a un estudiante proveniente de Canadá, mi imaginación creó la imagen de un “gringo estereotipo”. Pero, mi sorpresa fue grande y bastante grata al encontrar a un joven que pasaba piola como un chileno más, pero que luego de comenzar a conocerlo me sorprendía cada vez más de manera muy grata.
Eres un joven muy especial, descendiente de una mezcla cultural muy rica, de padre proveniente de la India y de madre Filipina. Naciste y creciste en Canadá, por lo tanto, eres una rica mezcla de culturas, gracias a la cual pudimos disfrutar en más de alguna oportunidad de tus ricas sorpresas culinarias y uff que había que ser fuerte para atreverse a comerlas.
Pero más allá de la comida India o Filipina con la que nos deleitaste, también tuvimos el agrado de compartir largos momentos de risas espontáneas y contagiosas en donde toda la familia participaba y las carcajadas llegaban a sacarnos lágrimas.
Tuvimos el agrado de compartir con un chico muy especial, cuya sonrisa iluminaba su rostro, la que te acompañó durante toda tu estadía. Pero, sobre todo cómo olvidar cuando te preguntábamos por las mañanas: ¿Cómo amaneciste Mood?. Tu respuesta característica era: “¡Bien, siempre bien!”. La verdad muy pocas veces te vimos con mala cara o triste, salvo cuando extrañabas mucho a tu familia, pero al poco rato tu sonrisa volvía a tu rostro.
Tu paso por nuestra familia será recordada con mucha alegría, ya que tu adaptación tanto a nosotros como familia, así como a la universidad y a la ciudad, fue un período que casi ni se notó, ya que con tu forma de ser y personalidad no tardaste en hacerte de buenos amigos y en adaptarte rápidamente a todo lo que te rodeaba de la mejor manera.
Tan rápido te hiciste de amigos que así fue como al poco tiempo de llegado, ya escuchaba a otras mamás de estudiantes de intercambio en la universidad acercarse a mi y felicitarme por el hijo tan simpático que tenía en casa. Te fuiste volviendo popular sin proponértelo, ya que te destacaste, tanto entre los profesores como entre tus compañeros, por tu simpatía, espontaneidad e inagotable chispa.
A nuestra familia caíste como anillo al dedo, porque como tu mismo dijiste, teníamos bastantes similitudes con tu familia de Canadá, ya que nuestro humor era similar y la vida achoclonada de familia también se parecía a tu forma de vida en casa.
Por mi parte, como tu mamá chilena, espero haber podido ser un buen apoyo durante tu estadía y haberte entregado el suficiente cariño. Quiero que sepas que dejaste una profunda huella en nuestro hogar y que siempre te tendremos presente al recordar los buenos momentos que vivimos contigo.
Querido hijo gracias por haberte conocido y darme la oportunidad de quererte tal cual eres.
Con mucho cariño, tu mamá chilena….
Carmen Becerra y familia